Ser Jts’ibajom te jbats’i k’optik
Qué significa ser “jts'ibajom te jbats'i k'optik”, ¿un escritor que escribe en su idioma indígena?, ¿responsabilidad?, ¿resistencia?, ¿una defensa?, ¿tomar una posición? Ruperta Bautista, autora, traductora y antropóloga, nos cuenta lo que significa para ella escribir en su lengua nativa, el tsotsil.
Jts’ibajom te jbats’i k’optik[1] aquellos pocos quienes vivieron la serosidad del sufrimiento de tomar la decisión de empezar a abrir brechas en un contexto desconocido gracias al racismo y la exclusión hacia los miembros de pueblos originarios, armonizarán conmigo en su significado.
Aquellos abridores de brechas sabían que desde muy jóvenes traían la inquietud de escribir desde su sentir y su pensar, también sabían que para ello era necesario traspasar grandes muros a base del esfuerzo, porque en este contexto de querer escribir en tu propia lengua, era un entramado de burlas, rechazos y humillaciones. ¿Y cómo no? si la literatura es o era sólo para aquellos que nacen con el privilegio de no ser miembro de un pueblo originario. Es ahí entonces cuando aquel joven miembro de pueblos originarios empieza su lucha, que a pesar de la pobreza, la desigualdad, la carencia, el olvido, se levanta con su única herramienta: la palabra, para mostrar que también él o ella es tan capaz de escribir letras estéticas desde su propio yo, su yo acompañado con todos los yo de sus antepasados negados y borrados por la historia obstaculizada.
Ser Jts’ibajom te jbats’i k’optik, no es sólo poner la foto del perfil en las redes para que le pongan las ochenta mil like. Es mucho más que eso. Ser Jts’ibajom te jbats’i k’optik expresa responsabilidad, compromiso y respeto con la palabra, nuestra palabra, la palabra de nuestros pueblos para que esa palabra sea un instrumento de imperturbabilidad, que sea la palabra en voz alta ante las atrocidades en la sociedad desigual. En donde la palabra sea en voz alta para exigir justas demandas para el buen vivir de nuestros pueblos, en la que seamos firmes en conocer y ser lo que somos desde nosotros, que nuestra palabra sea la voz alta que exige respeto hacia nuestros pueblos, sin necesidad de querer aparentar o reproducir las formas de ser y hacer del otro, el kaxlan. Es ese resistir para existir desde un nosotros sin representar el pensar, el hacer, el actuar, el decir y el sentir de los otros. Resistir de y en contra de esa política integracionista desde los sistemas de instrucción, tan impregnados simbológicos fuera de nuestro contexto, en donde nuestros niños y niñas son obligados sutilmente a venerarlos. Resistir de y en contra de los sistemas políticos, tan llenos de estrategias para despojar a nuestros pueblos y territorios, y hasta nuestra palabra.
Resistir desde la palabra, ha sido tan urgente e ineludible en diferentes momento de nuestra historia como pueblos originarios, porque la imposición y la ocupación nuestro pueblos y territorios desde hace siglos, continua hoy en día en diferentes circunstancia. Se da desde la relación desigual con el otro, quien tiene ventajas culturales, sociales, económicas y políticas.
Ser Jts’ibajom te jbats’i k’optik, simboliza escribir desde la Poesía que nace del corazón de nuestra historia, para la resistencia y sanación del alma y el espíritu de nuestro pueblo ante una sociedad materialista e impositora de la muerte.
Ser Jts’ibajom te jbats’i k’optik, representa escribir las letras de nuestros abuelos y abuelas, donde se manifiesta el sufrimiento de los pueblos originarios, porque el olvido es la muerte. Resistir desde la palabra nos permite un haz de vida.
Ser Jts’ibajom te jbats’i k’optik, incorpora un posicionamiento que surge desde el centro de nuestro sentir y pensar la literatura, por eso, creo que ser escritor(a), involucra una responsabilidad y manifestación en contra de las opresiones. Levantar la voz desde donde nace el silencio.
Ser Jts’ibajom te jbats’i k’optik, expresa la reivindicación de este y otros idiomas excluidos. Es en sí, un acto de resistencia ante la imposición de la lengua dominante. Cuando llega a los ojos de otras personas, la escritura en lenguas originarias, permite mostrar que en México, los pueblos que estábamos antes de los colonialistas seguimos resistiendo. Y manifestar que no sólo hay un idioma, sino que hay varios que están vivos a pesar de la marginación, exclusión y la imposición de un solo idioma.
A propósito de las muchas caras de las imposiciones colonialista de los otros hasta nuestros días, quiero darle lectura a un texto que escribí hace algunos años.
Carta Inicial a la Guardiana
Hace unos años, cuando tu corazón todavía latía cerca de mi palpitación, te envié mi esquela. Pero algunas de tus hijas que están entrenadas para mentir y engañar, asaltaron las palabras y los mensajes de ese escrito. Y no recibiste ese texto que te escribí.
Ahora estoy aquí de nuevo escribiéndote la Carta Inicial Sagrada Guardiana del tiempo, madre de protección, consejera de los sabios, sembradora de paz y armonía. Te escribo con el anhelo de que esta vez, si llegará a tus ojos. La tinta de mi escrito de hoy gira en torno a la lucha constante de tus hijas e hijos primogénitos, que han sufrido la violencia de los hijos menores que nacieron en fecha equivocada. Y vinieron aquí en estas tierras hace ya quinientos veinticinco años. Son los que hoy en estos tiempos se rigen implantándose en el error. Son aquellos que sienten y tienen la necesidad innecesaria de competir entre ellos. Son aquellos que quieren sentirse como el más importante y el único. Aquellos que ahora se propagan en la guerra, el odio y la destrucción en todos los lugares donde aún viven tus hijos e hijas mayores, esos hijos e hijas primogénitos que protegen tu cuerpo, tu rostro, tu piel y tu savia. Los nacidos en la fecha errada imponen la miseria en las diferentes maneras que han inventado. Uno de sus inventos su régimen. Es ese régimen que tiene sus diversas armas que lo llaman económico, político, social, militar, ambiental y muchos otros que extienden sus garras para destruir el equilibrio de la coexistencia entre las personas, los animales y las plantas. Los nacidos en la fecha equivocada instituyen las plantas y los animales como su propiedad. Ellos no saben que aún no han entendido nada de la existencia. Aquellos nacidos en la fecha errónea, imponen su dominio y roban las tierras, el agua, los árboles de tus hijos que lo protegen y viven contigo. Han olvidado las enseñanzas que nos revelaste al principio del tiempo: El respeto desde el centro de nuestra esencia. El respeto que se extiende en la extensión de nuestros hermanos y hermanas de otros colores, de otros tamaños, de otros pensamientos, de otros sentimientos, de otras palabras y de otros haceres. Aquellos que nacieron en la fecha equivocada, con su mente encarcelada en su odio, su sistema, su desorganización, su caos y su maldad tienden a destruirse, destruirnos y destruirte, son sugestivos en sí mismos.
Aquellos que nacieron en la fecha equívoca roban todo tu ropaje que nutre y alimenta a tus hijos mayores y a los seres que viven en ti. Ellos son los impúberes quienes aún no conocen su Ch'ulel, son guiados en su deseo de odio para implantar destrucción en todo tu territorio, tu libertad, tu autonomía, tu soberanía y la de los diferentes pueblos que habitan en tu rostro. Los nacidos en la fecha dubitativa trazan y dibujan tiempos de guerra, destrucción y robo. Con sus sistemas de gobierno y su poder insolente basado en el dinero. Imponen falsedad y destruyen la organización comunitaria que nos enseñaste desde los períodos primordiales. Los que nacieron en la fecha irresoluta no saben que el dinero no siembra la vida, el dinero no rehabilita la tierra, el dinero no forma el flujo de agua, el dinero no germina el maíz, el dinero no levanta y forma el aire. Aquellos nacidos en la fecha perpleja son regidos e instituidos en ese régimen y ese es un método de imaginería burda y falsificada que cae en la destrucción de ellos mismos. Y de la misma manera, devastan a los demás que coexisten en tu territorio-cuerpo y viven contigo. Sagrada Guardiana. Nosotros tus hijos e hijas que hemos bajado a caminar en tus pies, tu principio y tus raíces; las raíces en las que se forjaron y enraizaron el conocimiento y la fluidez del universo, donde surgieron y nacieron las abuelas y los abuelos de nuestros abuelos, nos hemos dado cuenta de que la ordenanza establecida gobernada por el individualismo, el capital monetario y el poder político es absolutamente una forma de apoderarse de todo tu territorio y recursos sin ningún respeto por la vida. Aquellos nacidos en la fecha incierta, son aquellos que creen que son superiores a las plantas, los animales y todo lo que coexiste en la naturaleza. Son aquellos quienes no se dan cuenta de su ignorancia, su atraso, su miopía, su barbarie y su imposición, se ahogan en su aparente “civilización”. Ellos son los que derraman sangre en muchos lugares y matan por robar los territorios. Ellos llevan el signo de la muerte en sus cuerpos, en sus mentes y en sus corazones. Diseñan técnicas genocidas para robar el agua que cruza montañas de pueblos ancestrales. Niegan respeto a las vidas de mujeres, hombres, niños, ancianos, animales, plantas y otros seres vivos en el planeta.
Sagrada guardiana del tiempo, madre de la protección, señora consejera de los sabios, sembradora de la paz y la armonía. Un largo camino es y ha sido la larga lucha de los quinientos veinticinco años de los pueblos originarios, de Syol jch'ulmetik y Abya Yala. La causa de esta larga lucha: la imposición de la ignorancia acumulada en las mentes de los "civilizados". Aquellos nacidos en el día equivocado. Aquellos que se prodigan a sí mismos y se sumergen en su "civilización", guiándose por el camino de la destrucción. Avanzan constantemente en su catástrofe, democratizándose en la arquitectura de guerras inquebrantables sobre pueblos y naciones. Son ricos en su inconsciencia y salivan tormentas de exterminio. Capitalistas poderosos (y otros no tantos: los mozos) que confieren y dispersan la muerte en el rostro y el cuerpo de los más humilde de tus retoños. Poderosos que suenan sus monedas empapadas con la sangre de pueblos enteros. Opulentos que se dispersan para proteger sus flujos de violaciones sistemáticas, contra el respeto por las personas, los pueblos, las naciones y cada uno de nosotros como miembros de los pueblo originarios. Poderosos millonarios que se escudan en su violenta forma de explotación. Millonarios que olfatean su imperio brutal. En su fobia responden con bombas, asesinatos y genocidios contra los pueblos que habitan los territorios desde fechas ancestrales. Ricos en su río de vulgaridad y egoísmo, que se centra en responder a sus propias necesidades particulares y ególatras. Su imaginación se fortalece e interesa en las oportunidades de robar las tierras, la soberanía y la igualdad de los hermanos y hermanas que se han preocupado por la supervivencia de las tierras comunitarias. Poderosos en su cobardía que violan y empobrecen a los Pueblos que nacieron antes de la llegada de los impositores. Los explotadores que dirigen su odio y constituyen un plan para reprimir, perseguir, encarcelar y secuestrar a quienes protegen el conocimiento y los saberes. Arrebatan a los conocedores de la urgente necesidad de cuidarte a ti y a tus hijos de las indignantes técnicas de exterminio a manos de los saqueadores.
Sagrada guardiana del tiempo, madre de la protección, señora consejera de los sabios, sembradora de la paz y la armonía. Mi corazón apremia movimientos para trasmutar el camino de reencontranos y cambiar nuestro caminar antes de destruirte.
Desde este pequeño territorio llamado Chiapas, visualizaré tus respuestas en las nubes, oiré tu voz en el silbido del viento, te escucharé en el canto de los pájaros.
Agradezco profundamente tu escucha. Con humildad, te escribe la crecidamente diminuta de tus retoños.
[1]Escritor(a) en lenguas originarias