“La impunidad todavía prolifera en México”
Desde el año 2000 han sido asesinados 74 periodistas en México. Ninguno de estos casos ha sido llevado ni a juicio ni a condena. Ya sea porque el crimen fue cometido con el visto bueno de quienes detentan el poder o a causa de un sistema jurídico deficiente. Pat Hirschl y Lucina Kathmann de PEN San Miguel, escriben sobre las consecuencias cuando la justicia no funciona.
“Por cada 100 crímenes cometidos en México, sólo tres son procesados, menos de dos aparecen ante un juez. Los delincuentes se salen con la suya, hasta con el asesinato. Se salen con la suya con extorción y con secuestro. Se salen con la suya en todo,” notó el mordaz reporte de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México)presentado a la Conferencia Hemisférica Universitaria en Puebla del 25 y 26 de agosto. El reporte de la UNAM continuó: “aunque han habido avances formales en el reconocimiento de derechos humanos, es necesario hacer mucho más para defender esos derechos.”
La impunidad, “salirse con la suya” es algo que prolifera en México en crímenes contra periodistas y en contra todos los demás. 74 periodistas han sido asesinados en México desde el 2000. Las investigaciones sobre sus muertes han sido inexistentes, y ni se diga sobre su persecución. La violencia en contra de la prensa amenaza al tejido de la democracia, estableció la IAPA (la Asociación Inter-Americana de Prensa). Esta Asociación fue la que organizó el evento, atrayendo a maestros y estudiantes de mas de 22 universidades en 13 países.[1] Casi como si fuera planeado, en el primer día de la conferencia, el diario de Puebla Síntesis publicó el siguiente encabezado: Incendian Casino; Van 53 Muertos. Luego bajo la cabecera: Sin Libre Expresión No Hay Libertad. Ese mismo día se encontró el cuerpo del periodista Sinaloense Humberto Millán Salazár que había sido secuestrado el día anterior. El fue el séptimo periodista asesinado desde Enero.
En base a esta nueva evidencia del problema de impunidad repleto de sangre y miedo, los delegados pasaron dos días buscando en los reportes para hallar soluciones. Al finalizar la sesión, representantes de seis países se sentaron en la enorme mesa de conferencias en el ornamentado Salón Barroco del Benemérito Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) para leer, con voces cargadas de emoción, sus conclusiones.
La formal “Declaración de Puebla,” recomienda:
-Cambios drásticos a políticas y pólizas publicas: Hacer crímenes en contra de periodistas un crimen federal. Esto ayudaría a remover la prosecución de estos casos de la jurisdicción de autoridades locales que comúnmente están muy comprometidas; incluir protección de jueces y abogados trabajando en casos de periodistas asesinados. [Al inicio de su gestión, el Presidente Calderón recomendó que los crímenes contra periodistas deberían ser hechos delitos federales. Desde 2009, esta iniciativa no ha pasado por el Senado. Recientemente, Calderón demandó acción sobre esto.]
- Crear unidades especiales para investigar a los crímenes en contra de periodistas [En México, tres agencias del gobierno tienen la tarea de proteger a los periodistas. Según un estudio de la Universidad Autónoma de Guadalajara, ninguna es adecuada. La más nueva FEADLE, fue creada en el 2006 para lidiar con los asesinatos de periodistas, pero carece de poder y de presupuesto. El líder de FEADLE, Gustavo Salas, admitió en su conferencia que en la mayoría de los casos su agencia carece de jurisdicción. El resultado: en cinco años de operación, cinco acusaciones, ninguna condena.]
Penalizar a los oficiales públicos que obstruyen el trabajo de periodistas. [La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez reportó que miembros del ejercito (originalmente compuesto por 5,000 personas pero ahora de 10,000) comúnmente molestan a los periodistas. Al igual que la policía, hay veces que ellos están en el servicio de los narcos.
- Ampliar la protección de jueces y testigos.
- Establecer condiciones de trabajo y compensación para periodistas que sea en proporción a una profesión que es indispensable para la democracia.
- Establecer estándares éticos para periodistas. Distribuir información para saber como los periodistas pueden protegerse de la violencia.
- Construir y mantener una base de datos (con la ayuda de la unión de periodistas, organizaciones cívicas y universidades) de victimas, denuncias y otra información pertinente. Hacer un mapa de los ataques y publicar las áreas en donde los periodistas están más en riesgo.
- Fortalecer los programas de periodismo en universidades y crear foros y otras medidas publicas para exponer la importancia de la libertad de expresión y su estado delicado en México.[2]
Días después de que terminó la conferencia, otra nota sangrienta: “Dos periodistas Mexicanas han sido encontradas en un parque en la Ciudad de México. Marcela Yarce era la fundadora de una revista política, Contralínea, y Rocío González era una periodista independiente. Sus cuerpos fueron hallados cerca de un cementerio en El Parque Mirador, que se encuentra en el barrio pobre y abarrotado de Iztapalapa. La policía de la ciudad de México mencionó que tenían marcas de estrangulación y tenían sus manos atadas detrás de sus espaldas,” notó The Guardian, el 2 de Septiembre del 2011.
La impunidad todavía prolifera en México.
[1] IAPA es una organización sin fin de lucro dedicada a la defensa y a la promoción de libertad de expresión en America Latina. Esta compuesta de más de 1300 publicaciones de todas partes del Hemisferio Occidental y esta basada en Miami, Florida. El Proyecto de Impunidad IAPA es financiada por la Fundación John S. and James L. Knight y tiene la misión de combatir a la violencia en contra de los periodistas y de disminuir la impunidad que rodea a la mayoría de estos crímenes. Para más información, acude a http://www.sipiapa.org; http://www.impunidad.com.
[2] Las recomendaciones citadas son más relevantes para México. El texto completo en Español, Ingles y Portugués se encuentra en http://www.sipiapa.org.